Momentos muy significativos los que se vivieron durante estos dos días. Primero con el recibimiento en el Coliseo del Colegio de la Presentación que contó con la participación del Sr. Nuncio Apostólico de su Santidad Benedicto XVI en Colombia Aldo Cavalli, Monseñor Víctor Manuel López Forero quien durante 10 años pastoreo esta Arquidiócesis y a quien el Santo Padre Benedicto XVI nombro como Administrador Apostólico de San Gil; Monseñor Juan Vicente Córdoba Villota ( Obispo Auxiliar de Bucaramanga) y el Alcalde encargado de Bucaramanga Dr. Néstor Castro Neira; así como de un nutrido grupo de comunidades parroquiales, grupos apostólicos, movimientos de laicos, sacerdotes, religiosas y religiosos quienes se dieron cita en este homenaje de bienvenida en el que la Alcaldía de Bucaramanga le hizo entrega a Monseñor Ismael Rueda Sierra de un Decreto de Honores y las llaves de la ciudad.
Homenaje de bienvenida que dejo ver como también lo manifestó el Sr. Nuncio Aldo Cavalli, la presencia de una Iglesia viva que necesita de la colaboración de todos : Me gusto mucho, yo veía parroquias, movimientos, Caminos con sus pancartas que decían lo que somos, nuestra identidad; al final el obispo llamo a las Vicarias, a los jóvenes, la participación, la presencia con la música, con las danzas que hicieron de este encuentro; un encuentro vivo, así tiene que ser la Arquidiócesis: Viva, Viva, Viva….
La Bienvenida de Monseñor Ismael Rueda Sierra a Bucaramanga un signo de optimismo y de esperanza, una bella experiencia como él mismo lo dijo terminando la tarde durante la rueda de prensa en el aula de audiovisuales del Colegio de la Presentación que nos recuerda a todos como Iglesia Arquidiocesana que somos discípulos y misioneros del Señor y debemos caminar en esa línea:
Acabamos de vivir una bella experiencia, el pueblo de Dios reunido de diversas lugares de nuestra Arquidiócesis, las Vicarias, las parroquias, los movimientos, estaba el Sr. Nuncio, los señores obispos, estábamos todos; es la expresión, es el signo de que somos un pueblo de Dios; que somos una gran familia en comunión y que somos peregrinos, estamos caminando, tenemos el entusiasmo de asumir los desafíos de esta nueva evangelización, de esta renovación de la Iglesia y que por eso tenemos todos juntos la alegría de poder dar una respuesta a esos desafíos que nos plantea el Señor hoy.
Allí pudimos ver la presencia de todos los sectores de la Arquidiócesis ..los jóvenes que fueron los que mas duro gritaron cuando yo les pregunte: donde están los jóvenes?; las Vicarias,...todos. Fue una bella experiencia; allí hubo aporte de los valores de todos; hubo música, hubo danza, hubo canto, las palabras de todas las personas que intervinieron cargadas de afecto, de fe y sobre todo de mucha esperanza. Detrás de todas las palabras había optimismo, había invitación a asumir nuevos compromisos; en el fondo fue una ocasión para recordar que todos nosotros somos discípulos, misioneros del Señor y que todos debemos caminar en esa línea.
Invitación que también reitero nuevamente durante la homilía de la ceremonia de su posesión canónica cuando dijo: Vengo como servidor manifestada en la tarea que me encomendó el Papa Benedicto XVI. He aceptado gustoso esta misión con la seguridad de la cooperación apostólica. La iglesia es familia, misterio de comunión, signo e instrumento para construir Reino de Dios. Es nuestra casa, esta es nuestra casa repetía el Papa Benedicto XVI en el Santuario Mariano de Aparecida, a la que queremos invitar a todos los que están lejos; también a los que deseen madurar mediante la palabra, a quienes perseveran y a quienes quieren construir esta Iglesia que camina en medio de las tribulaciones y consolaciones de Dios ( San Agustín)… La iglesia no hace proselitismo, crece mucho más por atracción. El compromiso de nosotros es grande, para hacer cada vez más atractiva a nuestra Iglesia.
Al final de su homilía Monseñor Ismael Rueda Sierra manifestó que esta misión que le ha sido encomendada requiere del esfuerzo de todos, de la presencia de los fieles laicos en la defensa de la vida, en la suerte de la familia, en la ecología, en el conjunto de derechos humanos, en la pastoral urbana, en la niñez, la familia, en la juventud y en la comunión que justamente preocupa a toda la Iglesia.
Como comunidad Casa de la Misericordia damos la bienvenida a esta Arquidiócesis a Monseñor Ismael Rueda Sierra nuestro nuevo Arzobispo y Pastor; a quien su santidad Benedicto XVI ha encomendado el cuidado y custodia de esta Arquidiócesis.
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