martes, 28 de abril de 2009

Asi se vivio la Fiesta de la Misericordia 2009 en Bucaramanga





Una Fiesta llena de gran bendición celebramos el pasado 18 de abril en la ciudad de Bucaramanga. Por noveno año consecutivo la Casa de la Misericordia Jesús de Nazareth celebro la Fiesta de la Divina Misericordia a nivel Arquidiocesano.

Actividad que se llevo a cabo de 1 a 7 de la noche en el Coliseo del Colegio de la Presentación con la participación de más de cuatro mil personas que se dieron cita para congregarse en torno a una jornada de oración, alabanza, predicación, adoración eucarística y la Santa Eucaristía.


Bajo el lema “Justificados por Jesucristo”, este año las predicaciones a cargo de Fray Benigno Varela sacerdote Capuchino que nos acompaño como invitado especial giraron en torno a como dejarnos justificar por Jesucristo al igual que San Pablo cuando nuestra fe actúa en el amor y ese amor nos conduce a un nuevo estilo de vida en el que se encarna la caridad como amor al prójimo. También nos acompaño Juan Carlos Saucedo fundador de esta comunidad de laicos y quien actualmente reside en Panamá.

Como comunidad Arquidiocesana la Casa de la Misericordia rindió un homenaje de despedida y agradecimiento a nuestro Pastor y Amigo Monseñor Victor Manuel Lopez Forero quien nos acogió, apoyo, oriento y acompaño durante estos 10 años haciéndole entrega de una placa. Gracias Monseñor Victor Manuel por ser un Pastor excelente, ejemplar. El Señor le recompense su noble y generosa entrega, su servicio de comunion a esta Iglesia Arquidiocesana de Bucaramanga y por motivarnos para que este mensaje del amor misericordioso de Dios se extendiera en esta region de nuestra querida Colombia y de los medios de comunicacion. Siempre estara presente en nuestro corazon y en nuestras oraciones.




viernes, 17 de abril de 2009

Indulgencia Plenaria en la Fiesta de la Divina Misericordia


La Fiesta de la Divina Misericordia había sido, hasta el año 2000 una devoción privada.
Pero ya el 5 de mayo de ese año la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede declaro el Segundo Domingo de Pascua, es decir, el domingo siguiente al Domingo de Resurrección, como “ Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia”.

El Papa Juan Pablo II había dado la sorpresa al mundo de hacer ese anuncio el día en que canonizó a Santa Faustina Kowalska, precisamente en el Domingo de la Divina Misericordia del año 2000. “En todo el mundo el Segundo Domingo de Pascua recibirá el nombre de Domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años venideros”.

Asi, lo que era una devoción privada, muy extendida ya en muchas partes del mundo católico, pasó a ser Fiesta oficial de la Iglesia. El Papa dispuso que se conservaran los mismos textos tanto del Misal Romano, como en la Liturgia de las Horas.

El texto evangélico de ese domingo ( Jn. 20, 19-31) es elocuente en cuanto a la Misericordia Divina: narra la institución del Sacramento de la Confesión o del Perdón. Es el Sacramento de la Misericordia Divina.

En que consiste, entonces la Fiesta de la Divina Misericordia? He aquí lo que dijo Jesús a Santa Faustina: “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de mi Misericordia. Derramo un mar de gracias sobre las almas que se acerquen al manantial de mi Misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas” ( Diario 699).

Es decir, quien arrepentido se confiese y comulgue el Domingo de la Divina Misericordia, podrá recibir el perdón de las culpas y de las penas de sus pecados, gracia que recibimos sólo en el Sacramento del Bautismo o con la indulgencia plenaria. O sea que si su arrepentimiento ha sido sincero y si cumple con las condiciones requeridas, el alma queda como recién bautizada, libre inclusive del reato de las penas del purgatorio que acarrean sus pecados aun perdonados.




martes, 14 de abril de 2009

FIESTA DE LA MISERICORDIA

NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA

Jesús le pidió a Santa Faustina que esta Fiesta de la Divina Misericordia fuera precedida por una novena a la Divina Misericordia que comienza el viernes Santo.




La novena de la Misericordia se puede rezar en cualquier tiempo: pero el deseo de Nuestro Señor es que se haga especialmente en preparación para la Fiesta de la Misericordia - del Viernes Santo - hasta el primer domingo después de la Pascua Florida. Santa Faustina escribe: "Jesús me dijo que hiciera la Novena antes de la Fiesta de la Divina Misericordia, y hoy, Viernes Santo, empezaré a hacerla por la conversión de todo el mundo, para que todas las almas alaben su bondad.


Deseo que durante esos nueve días lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de Mi misericordia… (Diario Divina Misericordia en mi Alma No 1209)


COMO REZAR LA CORONILLA O ROSARIO DE LA MISERICORDIA:


Se utiliza un rosario común de cinco decenas.



1. Padrenuestro.. Avemaría.. Gloria…El Credo



2. En cada cuenta del Padrenuestro se reza:



“Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como expiación de nuestros pecados y los del mundo entero”.



3. En cada una de las cuentas del Avemaría se reza:


Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


4. Para terminar, dirás tres veces estas palabras:



Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Almas por las cuales se reza cada día esta Novena:
1er. día >>por toda la humanidad, especialmente los pecadores;
2do. día >>por los sacerdotes y religiosos;
3er. día >>por todos los devotos y creyentes;
4to. día >>por aquellos que no creen en Dios y los que aun no conocen a Jesús;
5to. día >>por aquellos que se han apartado de la Iglesia;
6to. día >>por los mansos y humildes y por los niños;
7mo. día >>por aquellos que especialmente veneran y glorifican Su misericordia;
8vo. día >>por las almas del purgatorio;
9no. día >>por aquellos que se han vuelto tibios e indiferentes.



Primer día

Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores , y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la perdida de las almas.


Jesús Misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu compasivísimo corazón y nunca nos dejes escapar de el. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.


Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa pasión muestranos tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Coronilla a la Divina Misericordia. ..



Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelos en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.


Jesús Misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el cielo.


Padre Eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin limite, por los siglos de los siglos. Amén. Coronilla a la Divina Misericordia. ..



Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumergelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del viacrucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.


Jesús Misericordiosísimo que desde el tesoro de tu misericordia les concedes a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de el. Te lo suplicamos por el inconcebible amor tuyo con que tu corazón arde por el Padre Celestial.


Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de tu hijo y por su dolorosa pasión concédeles tu bendición y rodéales con tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Coronilla a la Divina Misericordia. ..



Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios, y a aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia.


Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de tu piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y de aquellos que todavía no te conocen. Que los rayos de tu gracia las iluminen para que también ellas unidas a nosotros, ensalcen tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de tu compasivísimo Corazón.


Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de aquellos que no creen en Ti y de los que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Coronilla a la Divina Misericordia. ..


Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga pasión, desgarraron mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi pasión.


Jesús Misericordiosísimo que eres la bondad misma, Tu no niegas la luz a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de tu compasivísimo Corazón, sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.


Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados, especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores sino el amor de tu Hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Coronilla a la Divina Misericordia. ..



Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las almas semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracia. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.


Jesús Misericordiosísimo, tu mismo has dicho: Aprended de mi que soy manso y humilde de Corazón. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre Celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.


Padre Eterno, mira con misericordia a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las mas semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono.


Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y por el gozo que te proporcionan, bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Coronilla a la Divina Misericordia.



Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que mas lamentaron mi pasión y penetraron mas profundamente en mi espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.


Jesús Misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo, en medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a Ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente sino que tu Misericordia las envolverá en la hora de la muerte.


Padre Eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran a tu mayor atributo, es decir, tu Misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a Ti, Oh Altísimo, un cántico de misericordia. Te suplico, oh Dios, muestrales la misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en Ti.


Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo: a las almas que veneren esta infinita misericordia mía, Yo mismo las defenderé como mi Gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte. Coronilla a la Divina Misericordia. ..




Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mi. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi Justicia.


Está en tu poder llevarles alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrecelas en su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y salvarías las deudas que tienen con mi justicia.


Jesús Misericordiosísimo, Tu mismo has dicho que deseas la misericordia, he aquí, yo que llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adeudada a tu justicia. Que los torrentes de sangre y agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de tu misericordia.


Padre Eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, tu amadisimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen limites. Amén. Coronilla a la Divina Misericordia. ..



Hoy, tráeme a las almas tibias y sumergelas en el abismo de mi Misericordia. Estas almas son las que mas dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la mas intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mi este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la ultima tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia.


Jesús Misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh, Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque Tu lo puedes todo.


Padre Eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la Misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu Misericordia. Amén. Coronilla a la Divina Misericordia. ..

RETIRO CUARESMAL


Con la compañía del padre José Miguel León y el padre Redentorista Jairo Díaz , se los días 26, 27 y 28 de abril llevo a cabo el retiro cuaresmal : “ No endurezcan su corazón”


Momentos de reflexión acompañados de silencio y oración se vivieron durante estos tres días en los que nos invitaron a entender: Que nos aleja de Dios, porque es necesario que saquemos tiempo para el Señor y que reconozcamos nuestras culpas pidiendo perdón y reconciliándonos.


El Papa Juan Pablo II nos insistió mucho durante su pontificado a no endurecer nuestro corazón: “No endurezcáis el corazón” : Las pasiones y la falta de sinceridad con uno mismo pueden llegar a cegar el entendimiento para justificar los malos hábitos que no se quieren abandonar. No hay entonces buena voluntad, el corazón se endurece y se adormece la conciencia, porque ya no señala la dirección verdadera, la que lleva a Dios, es como una brújula rota que desorienta la propia persona, y frecuentemente a otras muchas”, el hombre que tiene el corazón endurecido y la conciencia deformada, aunque pueda tener la plenitud de las fuerzas y de las capacidades físicas, es un enfermo espiritual y es preciso hacer cualquier cosa para devolverle la salud del alma” ( Juan Pablo II).

Agradecemos a todas los socios, amigos, servidores y simpatizantes que acogieron esta invitación que fue de gran bendición como preparación para la Semana Santa que se caracterizo por un trabajo personal en silencio , en el que también pudimos compartir “ El examen de conciencia que hacia Santa Faustina todos los días” y como amar la misericordia, llenarnos de ella y asi capacitarnos para amar.


"NO ENDUREZCAN SU CORAZÓN"


Hagámosle caso al Señor que nos dice:
“No endurezcan su corazón”
Salmo 94)


Con el Miércoles de Ceniza, iniciamos el tiempo especial de gracia que es la Cuaresma. ¿En qué consiste y cómo vivirla? Al respecto, nos dice el Papa Juan Pablo II: “Cada año, la Cuaresma nos propone un tiempo propicio para intensificar la oración y la penitencia y para abrir el corazón a la acogida dócil de la voluntad divina. Ella nos invita a recorrer un itinerario espiritual que nos prepara a revivir el gran misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo, ante todo mediante la escucha asidua de la Palabra de Dios y la práctica más intensa de la mortificación, gracias a la cual podemos ayudar con mayor generosidad al prójimo necesitado” (Mensaje de Cuaresma 2005, 1). Inspirados en esta síntesis del sentido de la Cuaresma, nos dirigimos a la comunidad creyente, para meditar juntos en lo que la Palabra de Dios nos pide para este tiempo.

1. “Vuélvanse a mí de todo corazón” (Joel 2,12).
Hay muchas personas que están lejos de Dios. Fueron bautizadas, pero sus padres no se han preocupado de educarles en la fe. No conocen ni meditan la Biblia. No frecuentan la Misa o el culto semanal. No han recibido otros sacramentos. Su corazón está apegado al dinero, al trabajo, al placer, y en eso ponen todo su empeño. La Cuaresma es tiempo propicio para volverse a Dios. Por ello, les invitamos a acercarse a Jesucristo. ¡Verán cuánta paz pueden experimentar! En El encontramos perdón, aliento, fortaleza, esperanza, vida en plenitud, pues “es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en clemencia y se conmueve ante la desgracia” (Joel 2,13).

2. “Reconozco mis culpas” (Salmo 50, 5).
La conversión que Dios nos pide en este tiempo empieza por reconocernos pecadores. No puede lograrse una vida familiar armoniosa, si el esposo, la esposa y los hijos se culpan unos a otros y no reconocen sus propias fallas. No habrá cambio social, si los ciudadanos propagamos la lepra de la corrupción, del conformismo y de la desconfianza ante todo. No podremos disfrutar de una democracia adulta, si los contendientes de los partidos políticos sólo compiten en culparse mutuamente de los males del país. La Cuaresma es tiempo oportuno para hacer una examen de conciencia, reconocer los propios errores, pedir perdón a Dios y a los demás, hacer una buena confesión sacramental y proponerse una firme enmienda. México será más justo y fraterno, si yo me convierto, si cada uno se esfuerza por cambiar.

3. “Que tu limosna quede en secreto” (Mateo 6, 4).
La primera conversión que Dios nos pide es la preocupación por los pobres, por los que sufren, los enfermos, los encarcelados, los migrantes, los niños huérfanos, las mujeres maltratadas y abandonadas, los indígenas, los desempleados, los minusválidos. Dios nos invita a darles limosna, no contentándonos con darles despectivamente una moneda, sino siendo capaces de tener un corazón cercano a ellos, para ser solidarios en sus penas y generosos en actos de misericordia. Antes que todo, sin embargo, se nos urge a cumplir los deberes de la justicia, pagar lo conveniente a los trabajadores, no explotar a los indefensos, exigir un precio justo del café y de los productos campesinos, tanto a nivel local como internacional y estructural. La Cuaresma es tiempo de justicia y de solidaridad.

4. “Ora ante tu Padre” (Mateo 6, 6).
Para mantener un corazón abierto y sensible a los demás, es necesario aprender a relacionarse con Dios en la oración. Sin el recurso constante al Señor, nos apegamos a nuestros intereses egoístas y no escuchamos su voz que nos invita a no cerrar los ojos y el corazón a los que sufren. Para adquirir fuerza y vencer las tentaciones y los problemas, requerimos estar cerca de Dios. Para sostenernos fieles a nuestra vocación y a nuestros compromisos, es indispensable dedicar algunos momentos a estar a solas con Dios, sea ante el Santísimo Sacramento en el Sagrario, sea en la soledad de nuestra casa, o en un lugar de retiro. La Cuaresma es tiempo oportuno para orar con más detenimiento y humildad.

5. “Cuando ayunes, que no lo sepa la gente” (Mateo 6, 17-18).
Convertirse, arrepentirse, amar preferencialmente a los pobres, orar, exige renuncia y sacrificio. Es lo que simboliza y alienta el ayuno. Si alguien es incapaz de abstenerse de algo, no logrará cambiar. Quien tiene como meta darse gusto en todo, no llegará muy lejos. Es necesario sacrificar tiempo, para escuchar a los hijos, y así éstos no se sientan solos, no se desesperen ni opten por el suicidio como única salida. Es necesario dejar de ver tanta televisión, para leer, orar, convivir en familia, dedicar tiempo a los demás. Es necesario vencer los bajos instintos pasionales, y no confiar en preservativos para quedar libre de contagios mortales. Es necesario abstenerse de algunos alimentos, para compartirlos con los que nada tienen. Este es el ayuno que Dios nos pide en Cuaresma y en todo tiempo.

6. “Este es el tiempo favorable” (2 Cor 6,2).
La Iglesia nos invita a ir al desierto con Cristo, para hacer penitencia, meditar la Palabra de Dios y orar, y así poder vencer las tentaciones del demonio que nos inclinan al pecado. Este es el tiempo propicio; no dejemos pasar la oportunidad. Somos polvo, como nos recuerda la ceniza que hoy se impone, y no sabemos cuánto nos quede de vida. Por ello, exhortamos respetuosa y cordialmente a todos a aprovechar estos días, para morir con Cristo al pecado, y así resucitar a una vida nueva.

EL VIA CRUCIS EN LA CUARESMA!


Por las veces que hemos visto sufrir a nuestros hermanos y por pereza o comodidad no hemos hecho nada/ Por las veces que no ponemos a disposición de la comunidad aquellos cinco panes y aquellos dos peces que Dios ha depositado en nuestras manos”

Acogiendo la invitación de la Pastoral Nacional de la Casa de la Misericordia durante esta Cuaresma estuvimos muy unidos los Viernes de la Cuaresma y en el programa radial “ la Hora de la Misericordia” que se transmite de lunes a domingo a través de los 1450 A.M Radio Católica Metropolitana y por Internet en: http://www.radiocatolicametropolitana.com/contenido/swf/index.html





contemplando y meditando el Santo Vía crucis teniendo como propuesta cada una de las estaciones que para este año la comunidad puso a disposición a través del libro Misericordia día a día: “ Vía Crucis 2009, por el camino sagrado de la Justicia” que nos ayudo a prepararnos en este tiempo de gracia y misericordia para todos acercándonos a la realidad que viven muchos hermanos en nuestras familias, comunidades, nuestra patria y el mundo entero que carecen de los medios para vivir dignamente : por los desplazados, por las familias que sufren a causa de la droga, por los que padecen extrema pobreza, …por las veces que hacemos sufrir a nuestros padres, …y en nuestras comunidades prima la indiferencia ante las acciones misericordiosas, por nuestro ecosistema y medio ambiente como lo estamos destruyendo etc…por todas estas situaciones cotidianas que necesitan de nuestra ayuda y que a veces nos hacemos los sordos, ciegos y mudos, que piden a gritos de nuestra ayuda, fraternidad y solidaridad.

Seguiremos reflexionando y actuando para hacer de nuestro servicio y vida un via crucis solidario como fruto de la Pascua y Resurrección…que Dios nos ayude!!

Spot XIV Congreso Internacional de la Misericordia