Con motivo de la celebración de la Fiesta de Santa Faustina y como preparación al Congreso Internacional de la Misericordia, los programadores de nuestra comunidad en la ciudad de Bucaramanga, se unieron para participar en la transmisión de la “Hora de la Misericordia” con la Novena a la Divina Misericordia.
Nueve días en los que toda nuestra comunidad, junto a los oyentes, socios, simpatizantes, y servidores, estuvimos implorando la intercesión de la secretaria de la Misericordia, para pedirle nos ayude a acoger y asumir este envió misionero con los mismos sentimientos que ella reflejo a través de su espíritu apostólico y lo dejo escrito en su Diario:
“No se imaginarme una religiosa que viva en nuestra casa, es decir en la congregación nuestra, que no tenga el espíritu apostólico; el celo por la salvación de las almas debería arder en nuestro corazón”. (Diario No 305).
Damos gracias a Dios por este novenario que nos permitió entender y comprender cuan necesaria es la Misericordia de Dios especialmente para los tiempos que vivimos.
“Y tú, Faustina, don de Dios a nuestro tiempo, don de la tierra de Polonia a toda la Iglesia, concédenos percibir la profundidad de la misericordia divina, ayúdanos a experimentarla en nuestra vida y a testimoniarla a nuestros hermanos. Que tu mensaje de luz y esperanza se difunda por todo el mundo, mueva a los pecadores a la conversión, elimine las rivalidades y los odios, y abra a los hombres y las naciones a la práctica de la fraternidad. Hoy, nosotros, fijando, juntamente contigo, nuestra mirada en el rostro de Cristo resucitado, hacemos nuestra tu oración de abandono confiado y decimos con firme esperanza: "Cristo, Jesús, en ti confío".
Santa María Faustina
Nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías; así lo dejaste escrito en tu Diario: “Siento muy bien que mi misión no terminara con mi muerte, sino que empezara".
Santa Faustina, Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tu quisieras, a quien tu quisieras y cuando tu quisieras (Diario No 31) . Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito especialmente.
Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.
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