De gran bendición fue el Seminario que realizo la Casa de la Misericordia el pasado 25, 26 y 27 de Junio con la presencia del padre Aníbal Olaya Ospina de la Arquidiócesis de Mocoa Sibundoy.
El encuentro de Sanación Interior que giro en torno al lema “El Corazón de Jesús sanando y liberando el corazón de las familias”, conto con la participación de más de 300 personas quienes se dieron cita durante todo el fin de semana para vivir esta experiencia de perdón y sanación interior apoyado en hechos 16,31 “Ten fe en él Señor Jesús y te salvaras tú y toda tu casa”.
Momentos de oración, alabanza, adoración y predicación llenos todos de profundas enseñanzas para mejorar la relación entre padres e hijos y especialmente entre los esposos que nunca deben dejar de dedicarse el suficiente tiempo para compartir, abrazarse y amarse. Esa fue una de las principales recomendaciones del padre Aníbal que nos dijo :
“Duro cuando uno coge lo del pasado y lo restrega en la casa, a veces se pasa largo rato sin decirse ninguna palabra a veces sin palabras uno se comunica amor, pero cuando empecemos en nuestra casa a gritar ese amor se está opacando, uno grita cuando siente que esa persona no lo escucha, cuando el amor se está acabando, se acaba el amor, esa presencia de gritos significa ausencia del amor. El matrimonio es obra de Dios y por eso al diablo no le gusta. El termino diablo significa lo que se le atraviesa , siempre hay algo que se atraviesa por eso hay que estar atentos con su vida de matrimonio, de pareja, muchas cosas se le van a atravesar, siempre cuando busques a Dios algo se te atraviesa . Por eso nada más poderoso que el nombre de Jesús porque mucha gente dice me case y empezamos a pelear. Hay que combatir el mal.
Si quieres combatir el mal busca a Dios, mucha gente se casa y no vuelve más a la misa vuelven cuando sus hijos van a hacer la primera comunión. Les doy un consejo muy especial: hay que dedicarle tiempo a todo, tiempo para sus hijos y tiempo para ustedes esposos, que no todo sea para los hijos; por ejemplo que cada dos meses, tres meses se vayan a pasear, dedíquense tiempo para ustedes como parejas.
No sean tacaños con ustedes inviertan en su matrimonio, en su vida de pareja en ustedes, al final los hijos se casaran e irán a otras partes y en la casa se quedaran los viejos amargados que se dedicaron a cuidar a otros, inviertan en ternura, inviertan en amor, inviertan en ustedes en la vida de ustedes, en su felicidad no se olviden de eso.
Recibiendo un corazón herido y culminando con un corazón lleno de flores se presento al Señor como signo de la obra que empezó a hacer en muchos de los que participaron en esta oportunidad que llegaron cargados de tristeza, desconcierto, desanimo y angustia y se fueron alegres y muy contentos. Ese era el objetivo de esta Seminario de Sanación Interior culminando el mes del Sagrado Corazón de Jesús, a quien confiamos de manera especial este evento, teniendo en cuenta que nuestra obra Casa de la Misericordia como espiritualidad de la Misericordia esta llamada a anunciar la dignidad de cada familia, creando conciencia en los asistentes de lo importante que es para un cristiano descubrir a la familia como un lugar de salvación personal y al mismo tiempo como una fuerza transformadora de la sociedad.
Nuestras familias están llamadas a ser discípulas y misioneras para que nuestros pueblos tengan vida, debemos trabajar por ella y en ellas reconocer la imagen de Dios que es capaz de manifestar la misericordia de Dios
Nuestras familias están llamadas a ser discípulas y misioneras para que nuestros pueblos tengan vida, debemos trabajar por ella y en ellas reconocer la imagen de Dios que es capaz de manifestar la misericordia de Dios
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