Un acontecer mas de la Misericordia...!
Del 11 al 13 de Octubre, algunos servidores de la Comunidad Casa de la Misericordia en la ciudad de Bucaramanga tuvimos la oportunidad de participar en el Congreso Internacional de la Misericordia 2008 y la Escuela Internacional de Líderes en la ciudad de Medellín; días de oración, predicación y alabanza para reflexionar en nuestra condición de Hijos de Dios Padre Misericordioso.
Con la participación de invitados especiales como conferencistas dentro de los cuales estuvieron Monseñor Alberto Giraldo Jaramillo ( Arzobispo de Medellín), Monseñor Julio H. García Peláez ( Obispo Auxiliar de Cali), Fray Benigno Varela ( Sacerdote Franciscano de Costa Rica), el padre Carlos Arturo Yépez Vargas ( Capellán de la Gobernación de Antioquia y Televida ),el padre Ricardo Giraldo (Asesor Nacional de la Casa de la Misericordia), Juan Carlos Saucedo Van Der Hans ( Fundador de la Casa de la Misericordia) y la presencia de un grupo representativo de numerosas delegaciones de las Casas
de la Misericordia en Colombia y del exterior provenientes de Bogota, Cali, Ibagué, Cúcuta, Bucaramanga, Melgar, Atlanta y Costa Rica. Estuvimos reunidos como miembros de la Comunidad Casa de la Misericordia en un mismo espíritu de comunión eclesial y con el ardiente deseo de fortalecer el camino como auténticos discípulos y testigos de la Misericordia de Dios para los tiempos que vivimos.
Durante la homilía de apertura al Congreso Monseñor Alberto Giraldo Jaramillo ( Arzobispo de Medellín), nos recordaba : “El Señor se acuerda de su Alianza, El es Misericordia, El es amor y les puedo decir hermanos ya no son extranjeros ni peregrinos sino que son miembros de la única gran familia de los hijos de Dios, fruto de la misericordia de Dios; el Señor ha hecho una historia con cada uno: la vida, el bautismo, la confirmación, la eucaristía ; el entrar a formar parte de una parroquia, de una diócesis. El haber conocido toda esta cantidad de hermanos nos ha hecho una gran familia. "
Precisamente eso fue lo que se vivió en la ciudad de la “Eterna Primavera” todos reunidos como esa gran familia de la Casa de la Misericordia que ha sido fiel a ese llamado del Señor a través de esta experiencia y proceso de comunidad como lo recordó Juan Carlos Saucedo su fundador, a propósito de este caminar que se acerca a 20 años de trabajo apostólico en Colombia y ahora en el exterior; que se celebraran en Noviembre del 2009: “El Señor ha estado grande, el Señor es maravilloso, El Señor ha puesto sus ojos sobre nosotros sus humildes esclavos porque realmente, El nos ha mirado y nosotros hemos tratado de responderle y trataremos también que su Misericordia llegue al mayor numero de almas para que siguiéndolo a El se salven. Van a ser 20 años de este caminar con el Señor en esta obra y son 20 años de cruz, 20 años de Resurrección pero 20 años con Cristo que es lo más importante".
Momentos muy significativos los que se vivieron en este Congreso Internacional de la Misericordia en el que también la Casa de la Misericordia se unió al gran llamado que hizo la Iglesia Colombiana a través de el Cardenal Pedro Rubiano, invitando a todos los Colombianos a participar en la Renovación de la Consagración de nuestro pais al Sagrado Corazón de Jesús.
Atendiendo esta petición el domingo 12 octubre a las 12 del día; Monseñor Julio H. García Obispo Auxiliar de Cali durante la Eucaristía dedico un momento especial para que nos uniéramos a esta intención: "En los que somos mas viejos y tenemos mas años todavía; esta el recuerdo del Sagrado Corazón de Jesús puesto en la sala de la casa. La patria creció y se cultivo en la fe...
Hoy nosotros los creyentes queremos decirle al Señor. Señor, esta nación es tuya por los que estamos aquí consagrándonos de tal manera que la bendición de Dios para esta tierra eres Tú, la bendición de Dios para esta nación eres Tú".
Nosotros como servidores de esta obra de evangelización y como Colombianos sabemos que ese es el secreto para que en nuestra nación haya paz y reconciliación; que cada colombiano se encuentre nuevamente con el Corazón de Cristo.
Así transcurrió este momento para los que participamos del Congreso; una oportunidad para entrar en procesión solemne con Jesús mostrándonos su corazón y todos al unísono batiendo pañuelos blancos como gesto de acción de gracias a Dios por esta tierra tan bella que se llama Colombia con la certeza como lo dijo Monseñor Julio que quien confía en el Sagrado Corazón de Jesús va a tener siempre bendiciones y protección.
Y es que precisamente ese es el testimonio de algunos de los coordinadores de las casas de la Misericordia en Colombia, que han visto como la Misericordia de Dios que brota de su sagrado Corazón esta bendiciendo abundantemente los procesos comunitarios y el trabajo pastoral que se esta haciendo.
Arnulfo Mateus coordinador de la Casa de la Misericordia en Cali nos compartió su testimonio en este acontecer de la misericordia: " Maravilloso ver como a través de los predicadores el Señor nos llevaba a descubrir ese rostro misericordioso de Dios y a reconstruir esa imagen de un Dios que la sociedad desde la antiguedad, prácticamente nuestros padres han desfigurado presentándonos un Dios que nos es el que Jesucristo vino a presentarnos.
Yo pienso que El Señor me permitió cumplir un ciclo con mucho amor, con mucha entrega, con mucho sacrificio en la Renovación Carismática, para llamarme a esta hermosa Espiritualidad de la Misericordia. Les comparto a la gente que en mi vida de fe en, mis 20 años de caminar de la mano del Señor lo mas maravilloso que me ha sucedido es que El me haya permitido ser un discípulo de su misericordia; desde mi miseria que El me haya recogido y hoy en día me de esta gran oportunidad de coordinar, de ser el servidor, el discípulo, el esclavo de El en esta Espiritualidad de la Misericordia donde vamos caminando allí en Cali, paso a paso, en un proceso lento pero muy sólido; pero también con la certeza y se lo decía a algunas de las personas que hemos estado en la escuela; este es el año de gracia para la Casa de la Misericordia de Cali por las personas que el Señor nos regaló y permitió que vinieran a formarse.
Todo esto ha sido un proceso duro, algunas veces de llanto; pero también hoy en día se ven los frutos de este trabajo porque, de una cosa si estamos seguros que esta obra es muy de Dios a pesar de las visicitudes que hemos tenido como coorporación, a nivel personal los coordinadores y las diferentes comunidades vamos cada día creciendo y ese resultado se vio este año. Tuvimos la oportunidad de traer cien personas al congreso dos seminaristas, un sacerdote, cuando el año pasado a Cúcuta solamente fuimos tres y a Bogotá no pudimos ir porque en ese momento la situación económica era muy difícil no había como ir al congreso, ni yo pude asistir y es un fruto maravilloso de la oración, porque la oración con fe mueve la mano de Dios, mueve el corazón de Dios y en la pastoral de intercesión de la comunidad hemos estado orando permanentemente implorando al Señor no tanto por la bendición económica, sino por la bendición espiritual".
Bendiciones fueron las que recibimos todos los que vivimos este año el Congreso Internacional de la Misericordia y la Escuela Internacional de Lideres como lo expreso Rosa Osorio Coordinadora de la Casa de la Misericordia de Ibagué: “el encontrarnos con unos hermanos que vienen de diferentes partes del país que vienen de vivir esta misma experiencia y este llamado de camino en esta Espiritualidad tan hermosa que el Señor nos ha dado por gracia y misericordia. El encontrarnos, el compartir y el conocernos. El Congreso tuvo todos los aspectos de un congreso que nos llevo a interiorizar este llamado especial y sobre todo a darlo a los demás.
Y la Escuela ha sido un caminar hacia dentro que me invita cada vez mas a mirar al otro, a compartir la vivencia del otro dentro de este mismo camino de misericordia con unos espacios de formación muy bien fundamentados; con unos profesores de la calidad de Fray Benigno, del padre Ricardo, los mismos coordinadores donde podemos vivenciar como se ha crecido en este camino con la riqueza que como laicos podemos tener en la Iglesia".
Así transcurrió esta experiencia del acontecer de la misericordia en la ciudad de Medellín que nos despidió con la motivación e invitación para encontrarnos el próximo año en Bogotá que será la sede anfitriona de la celebración de los 20 años de fundación de esta obra, Casa de la Misericordia. Diego Vargas coordinador de la sede principal quien recibió el Fuego de la Misericordia durante la Eucaristía de Clausura del Congreso, de manos del Padre Ricardo Giraldo Asesor Nacional dijo que sueña que esta celebración sea con bombos y platillos:
"La inquietud que queda en mi corazón es el hecho de la responsabilidad tan grande de ser casa matriz, donde se cierra este ciclo y se cumplen 20 años. Esperamos que con todos los servidores que integramos la obra en Bogotá, podamos recibir a todos los que estuvieron este año en Medellín; los que han estado y los que quieran estar el año entrante para celebrar juntos toda la historia de 20 años que el Señor nos ha regalado de esfuerzos, sacrificios, luchas, alegrías y de cosas maravillosas que hoy se van consolidando y que es la proyección de una obra que va no solo a Colombia sino al mundo entero. Ya tenemos pinitos fuera de Colombia .
La CDLM esta cumpliendo un propósito y quiere cumplir mucho mejor el propósito de dar a conocer a Cristo en medio de todas esas realidades de nuestro país. Son 10 sedes y cada una de esas sedes tiene una riqueza particular, tiene una riqueza propia que va enlazada a todo lo que es la obra Casa de la Misericordia; pues yo sueño que esa fiesta sea con bombos y platillos, con todas las de la ley para que la Iglesia, el mundo entero y los que de pronto no están en la Iglesia, son apáticos a las cosas de Dios se den cuenta que se puede hacer cosas muy buenas para muchas personas que lo necesitan; Cristo Vive, esta entre nosotros".
Cristo Vive, esta entre nosotros es la riqueza, el aporte más valioso de este encuentro que nos congrego como miembros de esta obra Casa de la Misericordia desde donde el Señor nos ha llamado a servirle. Regresamos a nuestra ciudad Bucaramanga una vez más con la certeza que el Señor ha estado Grande.
Regresamos felices de haber compartido un momento más de este acontecer de la misericordia en nuestras vidas, de bendecir y alabar a Dios por todo lo que el Señor esta haciendo con esta obra Casa de la Misericordia y seguirá haciendo con cada uno de nosotros.
Regresamos a nuestra sede Casa de la Misericordia Jesús de Nazareth dándole gracias a Dios por esta experiencia de Congreso y Escuela 2008; por estas tierras antioqueñas que nos dio la oportunidad de conocer, por su gente los paisas, por los servidores de la casa de Medellín que nos acogieron con tanto amor. El Señor ha estado grande con nosotros y estamos Alegres!
