Una Fiesta llena de gran bendición celebramos el pasado 18 de abril en la ciudad de Bucaramanga. Por noveno año consecutivo la Casa de la Misericordia Jesús de Nazareth celebro la Fiesta de la Divina Misericordia a nivel Arquidiocesano.
Actividad que se llevo a cabo de 1 a 7 de la noche en el Coliseo del Colegio de la Presentación con la participación de más de cuatro mil personas que se dieron cita para congregarse en torno a una jornada de oración, alabanza, predicación, adoración eucarística y la Santa Eucaristía.
Bajo el lema “Justificados por Jesucristo”, este año las predicaciones a cargo de Fray Benigno Varela sacerdote Capuchino que nos acompaño como invitado especial giraron en torno a como dejarnos justificar por Jesucristo al igual que San Pablo cuando nuestra fe actúa en el amor y ese amor nos conduce a un nuevo estilo de vida en el que se encarna la caridad como amor al prójimo. También nos acompaño Juan Carlos Saucedo fundador de esta comunidad de laicos y quien actualmente reside en Panamá.
Como comunidad Arquidiocesana la Casa de la Misericordia rindió un homenaje de despedida y agradecimiento a nuestro Pastor y Amigo Monseñor Victor Manuel Lopez Forero quien nos acogió, apoyo, oriento y acompaño durante estos 10 años haciéndole entrega de una placa. Gracias Monseñor Victor Manuel por ser un Pastor excelente, ejemplar. El Señor le recompense su noble y generosa entrega, su servicio de comunion a esta Iglesia Arquidiocesana de Bucaramanga y por motivarnos para que este mensaje del amor misericordioso de Dios se extendiera en esta region de nuestra querida Colombia y de los medios de comunicacion. Siempre estara presente en nuestro corazon y en nuestras oraciones.
martes, 28 de abril de 2009
Asi se vivio la Fiesta de la Misericordia 2009 en Bucaramanga
viernes, 17 de abril de 2009
Indulgencia Plenaria en la Fiesta de la Divina Misericordia
La Fiesta de la Divina Misericordia había sido, hasta el año 2000 una devoción privada.
Pero ya el 5 de mayo de ese año la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede declaro el Segundo Domingo de Pascua, es decir, el domingo siguiente al Domingo de Resurrección, como “ Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia”.
El Papa Juan Pablo II había dado la sorpresa al mundo de hacer ese anuncio el día en que canonizó a Santa Faustina Kowalska, precisamente en el Domingo de la Divina Misericordia del año 2000. “En todo el mundo el Segundo Domingo de Pascua recibirá el nombre de Domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años venideros”.
Asi, lo que era una devoción privada, muy extendida ya en muchas partes del mundo católico, pasó a ser Fiesta oficial de la Iglesia. El Papa dispuso que se conservaran los mismos textos tanto del Misal Romano, como en la Liturgia de las Horas.
El texto evangélico de ese domingo ( Jn. 20, 19-31) es elocuente en cuanto a la Misericordia Divina: narra la institución del Sacramento de la Confesión o del Perdón. Es el Sacramento de la Misericordia Divina.
En que consiste, entonces la Fiesta de la Divina Misericordia? He aquí lo que dijo Jesús a Santa Faustina: “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de mi Misericordia. Derramo un mar de gracias sobre las almas que se acerquen al manantial de mi Misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas” ( Diario 699).
Es decir, quien arrepentido se confiese y comulgue el Domingo de la Divina Misericordia, podrá recibir el perdón de las culpas y de las penas de sus pecados, gracia que recibimos sólo en el Sacramento del Bautismo o con la indulgencia plenaria. O sea que si su arrepentimiento ha sido sincero y si cumple con las condiciones requeridas, el alma queda como recién bautizada, libre inclusive del reato de las penas del purgatorio que acarrean sus pecados aun perdonados.
martes, 14 de abril de 2009
NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
1. Padrenuestro.. Avemaría.. Gloria…El Credo
2. En cada cuenta del Padrenuestro se reza:
“Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como expiación de nuestros pecados y los del mundo entero”.
3. En cada una de las cuentas del Avemaría se reza:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Almas por las cuales se reza cada día esta Novena:
1er. día >>por toda la humanidad, especialmente los pecadores;
2do. día >>por los sacerdotes y religiosos;
3er. día >>por todos los devotos y creyentes;
4to. día >>por aquellos que no creen en Dios y los que aun no conocen a Jesús;
5to. día >>por aquellos que se han apartado de la Iglesia;
6to. día >>por los mansos y humildes y por los niños;
7mo. día >>por aquellos que especialmente veneran y glorifican Su misericordia;
8vo. día >>por las almas del purgatorio;
9no. día >>por aquellos que se han vuelto tibios e indiferentes.
Primer día
RETIRO CUARESMAL
Momentos de reflexión acompañados de silencio y oración se vivieron durante estos tres días en los que nos invitaron a entender: Que nos aleja de Dios, porque es necesario que saquemos tiempo para el Señor y que reconozcamos nuestras culpas pidiendo perdón y reconciliándonos.
El Papa Juan Pablo II nos insistió mucho durante su pontificado a no endurecer nuestro corazón: “No endurezcáis el corazón” : Las pasiones y la falta de sinceridad con uno mismo pueden llegar a cegar el entendimiento para justificar los malos hábitos que no se quieren abandonar. No hay entonces buena voluntad, el corazón se endurece y se adormece la conciencia, porque ya no señala la dirección verdadera, la que lleva a Dios, es como una brújula rota que desorienta la propia persona, y frecuentemente a otras muchas”, el hombre que tiene el corazón endurecido y la conciencia deformada, aunque pueda tener la plenitud de las fuerzas y de las capacidades físicas, es un enfermo espiritual y es preciso hacer cualquier cosa para devolverle la salud del alma” ( Juan Pablo II).
Agradecemos a todas los socios, amigos, servidores y simpatizantes que acogieron esta invitación que fue de gran bendición como preparación para la Semana Santa que se caracterizo por un trabajo personal en silencio , en el que también pudimos compartir “ El examen de conciencia que hacia Santa Faustina todos los días” y como amar la misericordia, llenarnos de ella y asi capacitarnos para amar.
"NO ENDUREZCAN SU CORAZÓN"
Hagámosle caso al Señor que nos dice:
Salmo 94)
Con el Miércoles de Ceniza, iniciamos el tiempo especial de gracia que es la Cuaresma. ¿En qué consiste y cómo vivirla? Al respecto, nos dice el Papa Juan Pablo II: “Cada año, la Cuaresma nos propone un tiempo propicio para intensificar la oración y la penitencia y para abrir el corazón a la acogida dócil de la voluntad divina. Ella nos invita a recorrer un itinerario espiritual que nos prepara a revivir el gran misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo, ante todo mediante la escucha asidua de la Palabra de Dios y la práctica más intensa de la mortificación, gracias a la cual podemos ayudar con mayor generosidad al prójimo necesitado” (Mensaje de Cuaresma 2005, 1). Inspirados en esta síntesis del sentido de la Cuaresma, nos dirigimos a la comunidad creyente, para meditar juntos en lo que la Palabra de Dios nos pide para este tiempo.
Hay muchas personas que están lejos de Dios. Fueron bautizadas, pero sus padres no se han preocupado de educarles en la fe. No conocen ni meditan la Biblia. No frecuentan la Misa o el culto semanal. No han recibido otros sacramentos. Su corazón está apegado al dinero, al trabajo, al placer, y en eso ponen todo su empeño. La Cuaresma es tiempo propicio para volverse a Dios. Por ello, les invitamos a acercarse a Jesucristo. ¡Verán cuánta paz pueden experimentar! En El encontramos perdón, aliento, fortaleza, esperanza, vida en plenitud, pues “es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en clemencia y se conmueve ante la desgracia” (Joel 2,13).
La conversión que Dios nos pide en este tiempo empieza por reconocernos pecadores. No puede lograrse una vida familiar armoniosa, si el esposo, la esposa y los hijos se culpan unos a otros y no reconocen sus propias fallas. No habrá cambio social, si los ciudadanos propagamos la lepra de la corrupción, del conformismo y de la desconfianza ante todo. No podremos disfrutar de una democracia adulta, si los contendientes de los partidos políticos sólo compiten en culparse mutuamente de los males del país. La Cuaresma es tiempo oportuno para hacer una examen de conciencia, reconocer los propios errores, pedir perdón a Dios y a los demás, hacer una buena confesión sacramental y proponerse una firme enmienda. México será más justo y fraterno, si yo me convierto, si cada uno se esfuerza por cambiar.
3. “Que tu limosna quede en secreto” (Mateo 6, 4).
La primera conversión que Dios nos pide es la preocupación por los pobres, por los que sufren, los enfermos, los encarcelados, los migrantes, los niños huérfanos, las mujeres maltratadas y abandonadas, los indígenas, los desempleados, los minusválidos. Dios nos invita a darles limosna, no contentándonos con darles despectivamente una moneda, sino siendo capaces de tener un corazón cercano a ellos, para ser solidarios en sus penas y generosos en actos de misericordia. Antes que todo, sin embargo, se nos urge a cumplir los deberes de la justicia, pagar lo conveniente a los trabajadores, no explotar a los indefensos, exigir un precio justo del café y de los productos campesinos, tanto a nivel local como internacional y estructural. La Cuaresma es tiempo de justicia y de solidaridad.
Para mantener un corazón abierto y sensible a los demás, es necesario aprender a relacionarse con Dios en la oración. Sin el recurso constante al Señor, nos apegamos a nuestros intereses egoístas y no escuchamos su voz que nos invita a no cerrar los ojos y el corazón a los que sufren. Para adquirir fuerza y vencer las tentaciones y los problemas, requerimos estar cerca de Dios. Para sostenernos fieles a nuestra vocación y a nuestros compromisos, es indispensable dedicar algunos momentos a estar a solas con Dios, sea ante el Santísimo Sacramento en el Sagrario, sea en la soledad de nuestra casa, o en un lugar de retiro. La Cuaresma es tiempo oportuno para orar con más detenimiento y humildad.
La Iglesia nos invita a ir al desierto con Cristo, para hacer penitencia, meditar la Palabra de Dios y orar, y así poder vencer las tentaciones del demonio que nos inclinan al pecado. Este es el tiempo propicio; no dejemos pasar la oportunidad. Somos polvo, como nos recuerda la ceniza que hoy se impone, y no sabemos cuánto nos quede de vida. Por ello, exhortamos respetuosa y cordialmente a todos a aprovechar estos días, para morir con Cristo al pecado, y así resucitar a una vida nueva.
EL VIA CRUCIS EN LA CUARESMA!
Acogiendo la invitación de la Pastoral Nacional de la Casa de la Misericordia durante esta Cuaresma estuvimos muy unidos los Viernes de la Cuaresma y en el programa radial “ la Hora de la Misericordia” que se transmite de lunes a domingo a través de los 1450 A.M Radio Católica Metropolitana y por Internet en: http://www.radiocatolicametropolitana.com/contenido/swf/index.html
contemplando y meditando el Santo Vía crucis teniendo como propuesta cada una de las estaciones que para este año la comunidad puso a disposición a través del libro Misericordia día a día: “ Vía Crucis 2009, por el camino sagrado de la Justicia” que nos ayudo a prepararnos en este tiempo de gracia y misericordia para todos acercándonos a la realidad que viven muchos hermanos en nuestras familias, comunidades, nuestra patria y el mundo entero que carecen de los medios para vivir dignamente : por los desplazados, por las familias que sufren a causa de la droga, por los que padecen extrema pobreza, …por las veces que hacemos sufrir a nuestros padres, …y en nuestras comunidades prima la indiferencia ante las acciones misericordiosas, por nuestro ecosistema y medio ambiente como lo estamos destruyendo etc…por todas estas situaciones cotidianas que necesitan de nuestra ayuda y que a veces nos hacemos los sordos, ciegos y mudos, que piden a gritos de nuestra ayuda, fraternidad y solidaridad.
Seguiremos reflexionando y actuando para hacer de nuestro servicio y vida un via crucis solidario como fruto de la Pascua y Resurrección…que Dios nos ayude!!