sábado, 7 de noviembre de 2009

Congreso Internacional de la Misericordia 2009


Con la alegría y el compromiso del envió misionero regresamos a casa para multiplicar todas las bendiciones, enseñanzas y continuar remando mar adentro en esta tarea de vivir y anunciar la Misericordia en Comunidad. Y es que después de esta experiencia de Congreso Internacional y celebración de los 20 años de la Casa de la Misericordia tenemos que seguir exclamando como el Salmista: “Cantare eternamente la Misericordia del Señor”.


Tres días de Congreso Internacional que iniciaron con la procesión de la Santísima Virgen a quien se encomendó de manera especial su intercesión y protección para esta labor misionera animada por su oración y la presencia viva del Espíritu Santo, manifestada el primer día del Congreso con la compañía de Monseñor Héctor Gutiérrez Pabon quien durante la homilía renovo las promesas matrimoniales a las parejas de esposos presentes en esta oportunidad; exhortándolos a iniciar la misión en las familias, e invitándolos a hacer una breve reflexión sobre cómo se está ejercitando la misericordia en el hogar: “La Familia es la Iglesia domestica, en casa es donde nos enseñan a perdonar, a sacar odios y rencores. En la familia es donde nos enseñan a ser misericordiosos”. La primera enseñanza del Congreso que nos motivo a pedirle a Dios que en nuestras familias se encarne el perdón y la misericordia.




En la tarde con la predicación de nuestro fundador Juan Carlos Saucedo quien compartió la temática: “Espiritualidad comunitaria de la Misericordia” en la que nos invitaba de manera especial a reconocer en el otro (mi hermano, mi esposa, esposo, hijos, Papa, Mama), la imagen de Dios que me habla, que me corrige. Dios me tiene que decir algo a través de ese hermano; pero si yo no descubro que soy hijo, mucho menos voy a descubrir que el otro es mi hermano hijo de Dios. Entonces la dinámica de la comunidad está enraizada en la Santísima Trinidad y ahí está la clave de nuestro caminar cristiano; es una dinámica que va dándonos vida, va transformándonos. El lugar donde yo puedo convertirme más fácilmente, transmitir y transparentar más de Dios es la familia porque es donde me conocen. Tenemos que hacer un alto, tenemos que romper el individualismo, entrar a la comunidad familiar y descubrir en ella la presencia de Dios.




En la familia uno se tiene que convertir. En el numeral 163 del Diario de Santa Faustina esta lo que debe hacer una comunidad de la Misericordia y nosotros le decimos esta tarde si a los Obispos Latinoamericanos y le decimos si señores Obispos, vamos a unirnos a la Misión Continental vamos a hacer parte de ella y el lugar donde tenemos que asumir esta misión es en mi familia. Y cuando hay familias cristianas, hay una sociedad santa. Nosotros asumimos como un lugar donde Dios quiere salvarnos, la familia y la pequeña comunidad de fe. Nosotros como CDLM tenemos una decisión muy clara para vivir el evangelio y es en la familia y en la pequeña comunidad de fe”.


Un invitado especial que también alegro mucho nuestro corazón este día fue la presencia del Padre Patrice Chocholski ( Coordinador General del Congreso Mundial de la Misericordia) quien estuvo presente el Sábado, Domingo y Lunes manifestando su alegría en cada momento por encontrar “Misioneros de la Misericordia” . El Padre Patrice nos compartió el saludo del Papa Benedicto XVI a través del Cardenal Christoph Schönborn: “El Cardenal me envía solo a los Congresos Mundiales de la Misericordia; pero este Congreso aquí en Bogotá nos interesa mucho porque lo que ustedes hacen, “la Misericordia como corazón de la evangelización” es muy importante; entonces a ustedes les traigo el saludo muy especial del Cardenal Schonborn que es el Presidente de los Congresos Mundiales y a través de él, el saludo del Santo Padre porque él sabe todo lo que pasa con la Misericordia en el mundo a través del Cardenal.



Un día muy especial en el que nos sentimos muy bien acogidos por nuestros hermanos de la Casa de los Héroes de la ciudad de Bogotá, quienes le dieron un toque muy original a este recibimiento con el traje típico de los bogotanos y una deliciosa degustación de pan de bono con canelazo.

Jornada en la que también nos encontramos con las diferentes delegaciones de la Casa de la Misericordia que se hicieron presentes: Panamá, Medellín, Cúcuta, Ibagué, Atlanta, Cali, Tunja, Chía, Bosa, Bucaramanga y no podía faltar la presencia de Jesús Eucaristía en procesión por el Coliseo bendiciendo a cada uno de los presentes como signo de su inmenso amor a quien saludamos con infinita alegría, entusiasmo y con toda la reverencia que merece su presencia como lo manifestaba Santa Faustina: “ Hoy mi alma se prepara para la venida del Salvador que es la bondad y la misericordia misma; El lo puede todo, me puede hacer perfecta y santa ( Diario No 1823 y 1825).




El segundo día de Congreso empezamos con la animación del Ministerio Shalom de la Casa de la Misericordia en la ciudad de Cúcuta. Luego la predicación “Busca el Reino de Dios y su Justicia” por Monseñor Julio H. García Peláez quien nos explicaba como el bautismo nos hace pueblo de reyes y por medio de el , se va extendiendo el Reino de Dios. Un bautizado es la extensión del Reino de Dios. El Reinado de Dios se establece en un rostro concreto en la persona de Jesucristo, ahora Dios ha tomado la iniciativa de establecer su propio reinado en Jesucristo que es Dios mismo reinando entre nosotros y estableciendo el Reino de Dios entre nosotros.



Jesús establece el Reino de Dios en la Eucaristía y en la Eucaristía acontece el Reino de Dios; por eso un creyente hace de la Eucaristía un encuentro con el Rey, y cuando termina la Eucaristía ese creyente sale de la Eucaristía a seguir estableciendo el Reino de Dios en la familia, en el trabajo, entre los que creen y entre los que no creen. Si dejamos que el reine se establece el Reino de Dios entre nosotros”. Una bendición esta enseñanza, que nos motivo a salir para construir Reino de Dios en medio de nuestras realidades temporales.

En medio de alabanza, cantos y experimentando la cercanía de todos los hermanos de nuestra comunidad que venían desde diferentes regiones de nuestra querida Colombia, presenciábamos como Dios continuaba bendiciéndonos con nuevos regalos de su Misericordia y en esta oportunidad con la grata presencia del Señor Nuncio en Colombia: Aldo Cavalli quien desde que llego al recinto del Coliseo del Colegio Calasanz Femenino se robo todos los aplausos de júbilo y gozo por su presencia entre nosotros con su amabilidad y sencillez. Su Eminencia nos recordó la importancia del encuentro con Jesucristo Maestro de Misericordia; para que El oriente nuestra vida, nuestras palabras, nuestras acciones, todo nuestro ser. Para que El nos ayude a ser hombres de Dios, hombres de Misericordia. Entregar todo, yo entrego mi vida, mi corazón a ti que me necesitas. Dios es Misericordioso y Jesucristo es el signo de su Misericordia. Nos invito a reflexionar que hizo Dios por nosotros y que hizo Jesucristo por nosotros para comprender que tenemos que hacer nosotros y nos explico la Encarnación y la Redención como puntos fundamentales para comprender a Jesucristo Maestro de Misericordia. Al despedirse nos impartió una bendición especial pidiendo al Señor que nos iluminara para que comprendiéramos cual es la tarea que El nos da a cada uno como discípulos y testigos de la Misericordia.




En la tarde el Ministerio de la Casa de la Misericordia “María de Nazaret” de la ciudad de Ibagué se subía a la tarima para animar esta jornada que dio inicio con la predicación del Padre Ricardo Giraldo ( Asesor Nacional ) de nuestra obra quien nos invito como discípulos y testigos de la Misericordia a “ Vivir Animados por el Espíritu” y nos recordaba como la promesa en Pentecostés se cumple para todos, es un regalo de la Misericordia, y por eso nosotros podemos decir que hace el Espíritu Santo en nosotros: “Nos hace sentir hijos del Rey, nos dinamiza, nos une como comunidad. Esta experiencia de Cristo que pasa haciendo una labor de misericordia se extiende también en la Iglesia: La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia - y cuando acerca a los hombres a las fuentes de la misericordia del Salvador, de las que es depositaria y dispensadora”. Juan Pablo II - Encíclica Dives in Misericordia (1980), n. 13. Nosotros profesamos y proclamamos la Misericordia cuando nos dejamos llenar del Espíritu Santo y ese es el reto que tenemos.

La Iglesia manifiesta la Misericordia cuando la profesa, la confiesa y la proclama reto que los Obispos nos han dejado en Aparecida que sigue siendo vital y está vigente para nosotros. Aparecida nos habla en el numeral 313 y 314 como por la obra del Espíritu los movimientos tienen que reanimarse. Al finalizar su enseñanza nos recordó la invitación que nos hicieron los Obispos en Aparecida acerca de cómo debe ser nuestra acción pastoral encaminada a la misión que el Señor nos ha encomendado a cada uno:

1. Paso de mi acción pastoral a la acción pastoral de Cristo. Muchos en la Iglesia hemos hecho “mi trabajito”, “ mi tarea”, “mi apostolado”. Esto no es nuestro sino del Señor Jesús, nosotros solo somos administradores, llevamos un tesoro maravilloso que tenemos que transmitir que no lo encargaron. No es mi acción pastoral, es la acción pastoral de Cristo. Eso nos ayuda para que cada día que vayamos a proclamar la Misericordia pensemos primero en Jesús, para hacerlo como El lo haría.

2. Pasar de una pastoral de socialización a una pastoral de personalización: Muchos de nosotros somos católicos porque nos bautizaron pero no hemos tomado conciencia, no hemos asumido nuestro ser de católicos, no hemos llegado a digerir esta frase del Papa Benedicto : “El orgullo de ser católico y la alegría de compartirlo”; entonces no solo nos quedamos haciendo cosas personalizadas sino también somos símbolo de católicos… no es apersonarme que los regalitos son para mi, sino apersonarme de mi miseria, de mi nada y apersonarme que lo que es de la Iglesia es mío. Los tesoros del Padre son míos y estoy aquí por una obra maravillosa del Padre.


3. Paso de ser discípulo a discípulos misioneros: No es que voy a un Congreso a recibir y recibir, ese ser discípulo a calentar sillas. Es ser Discípulo – Misionero: me siento y actuó.

4. Pasar a una Pastoral de funcionario a pastoral de Padre: Ir a llevar “la Misericordia”. Pasar por la acción del Espíritu Santo a acompañar a los miembros de la obra: corrigiéndolos, exhortándolos, motivándolos, impulsándolos
, consolándolos y sumergiéndolos en el Corazón del Señor.

Días de gozo y alegría compartidos que culminaron el lunes con el agradecimiento a cada una de las delegaciones que se hicieron presentes; un reconocimiento especial a algunos servidores y a personas que hicieron parte del nacimiento de la obra como a Fanny Osorio de Moyano también fundadora y quien con lagrimas en los ojos manifestó: esto es para darle gracias a Jesús de la Misericordia. El un día puso en mi esa inquietud y empecé tal vez como puede empezar cualquier padre o madre de familia...soy madre de cinco hijos y ha crecido la familia física y la familia espiritual porque los considero así; es ver como esa difusión del amor sigue y continua cada vez que veo esos hijos como Juan Carlos Saucedo, sigan, continúen así, déjense amar por el Padre, reciban ese amor misericordioso de Jesús.Que el Espíritu Santo les dé el poder de compartir su Palabra donde Dios los lleve.






También fue el momento para soplar la velita, partir la deliciosa torta de los 20 años y cantar el cumpleaños feliz. Momentos llenos de gran emoción, que evoco gratos recuerdos en el corazón de quienes han hecho camino al andar como dice la canción para terminar luego con el Himno Misionero como lo dijo Miguel Fernández ( Coordinador de Pastoral): “ este es el año de la Misión para la Casa de la Misericordia, el lema es “Enviados a Vivir y Anunciar la Misericordia en Comunidad” y vamos asumir en este canto precisamente ese ardor que nos está pidiendo la Misión Continental, que nos está pidiendo nuestra obra, de ser misioneros para que nuestros pueblos tengan vida, para que nuestra familias tengan vida” .



Así lo asumimos y durante la eucaristía de envío con la cual se clausuro el Congreso y en la que se hizo el anuncio que Bucaramanga será sede para la realización del próximo Congreso Internacional de la Misericordia en Octubre del 2011. Doble emoción para toda la delegación de Bucaramanga y gran compromiso en cabeza de William Mantilla Fuentes coordinador de la Casa a quien se le hizo entrega del Fuego de la Misericordia que bendijo el Papa Juan Pablo II.




Felices, pero con el compromiso y la responsabilidad de seguir orando para que el Señor nos de la fortaleza, el entusiasmo, la perseverancia y el compromiso de este envió misionero; regresamos a casa para contar y multiplicar todas estas bendiciones que desde el primer día de estadía en Bogotá estuvo lleno de grandes regalos del Señor como el paseo al Santuario del Señor Caído de Monserrate en el que nuestra delegación compartió el almuerzo con Monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, Secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana quien los estaba esperando para saludarlos. La alegría fue mutua por el encuentro con quien nos acompaño en nuestra Arquidiócesis como Obispo Auxiliar y siempre ha estado muy cercano a nuestra comunidad.

Con las manos llenas y nuestro corazón palpitando de júbilo y gozo, una vez más damos gracias al Señor porque es Eterna su Misericordia y por habernos llamado a hacer parte de esta obra, en la que caminamos como discípulos y testigos de la Misericordia para que nosotros, nuestras familias y comunidades, tengan vida en Jesús.


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